Pregunta. ¿De no haber sido científica, qué hubiera sido?
Respuesta. Científica.
P. ¿Empezaría su carrera ahora?
R. Está bien la época que a cada uno le ha tocado vivir. Tuve la suerte de vivir el nacimiento y explosión de la biología molecular y se vivían con mucha intensidad todos los descubrimientos. Ahora hay más técnica; entonces había más imaginación, más descubrimientos novedosos. Había más emoción, se vivía más la ciencia.
P. A un joven con vocación ¿le diría hoy por lo bajo que se fuera al extranjero?
R. Le diría que hiciese la tesis en España, aquí hay muy buenos grupos de investigación. Después que hiciera una fase posdoctoral en el extranjero para cambiar de ambiente y luego in-tentara volver a desarrollar el trabajo aprendido.
P. Usted fue llevada de la mano por un premio Nobel.
R. Cuando lo conocí ya sabía que me gustaba el laboratorio, la investiga-ción, pero no que me dedicaría a la bioquímica y a la biología molecular. Conocí a Severo Ochoa en el vera-no del 58, en Gijón. Al día siguiente comió en mi casa. Mi padre y él eran amigos, parientes políticos y nos vi-sitaba cuando venía con su mujer en verano. Nos dijo que al día siguiente iba a dar una conferencia en Oviedo. Fuimos y me fascinó. Me trataba con familiaridad. Me mandó un libro de bioquímica desde Nueva York. Cuando acabé la carrera me propuso hacer la tesis en Madrid para después hacer una fase posdoctoral con él en Nueva York. Y eso hice. Fui muy dirigida por Severo Ochoa.
P. Cuando el científico ve las posibili-dades, ¿siente vértigo? ¿Los avances pueden irse de las manos?
R. El científico es muy consciente de cuándo hay que poner límites. En los años 70, cuando se inició todo el de-sarrollo de la ingeniería genética, se pararon a estudiar las repercusiones.
P. En ciencia, ¿todo lo que se puede hacer se acabará haciendo?
R. Hay científicos muy valiosos que tienen creencias religiosas. En una encuesta entre científicos de todo el mundo la mitad creía en algo superior. La ciencia tiende más a decir que no hay nada, pero tampoco necesariamente.
P. Premiada por liderazgo femenino, usted se ha manifestado contraria a la paridad.
R. Al principio me lo pusieron difícil, mi director de tesis no creía que una mujer pudiera valer para hacer inves-tigación. Sin embargo, Ochoa nunca me discriminó.
Extracto de la entrevista de Elvira Bobo realizada en La opinión de Murcia, el 4 de junio de 2011.
«Hay cientícos muy valiosos con creencias religiosas; la mitad cree en algo superior».Margarita Salas, bioquímica discípula de Severo Ochoa, no se compara con Hipatia de Alejandría porque considera que ha tenido una vida normal, pese a estar volcada en su vocación.
Investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, recibió el Premio Inventor Europeo en 2019 por sus estudios de genética y biología molecular.
1 ¿Quién es Hipatia de Alejandría? Busca información so-bre ella y piensa qué semejanzas puedes establecer con Margarita Salas.
2 A partir de las respuestas la científica española, diserta sobre los límites de la ciencia. En tu opinión, ¿cuáles crees que son los temas más acuciantes?
3 ¿Cómo valoras su respuesta acerca de la relación entre la ciencia y religión?
4 Investiga la lista de los últimos premios Nobel y des-cubre si algunos de los condecorados en el ámbito científico ha mostrado públicamente su condición de creyente.